GUERREROS ÁGUILA Y JAGUAR LA INFANTERÍA ÉLITE DE LOS AZTECAS

  • En Mesoamérica, los conflictos armados formaban parte de la vida colectiva de las sociedades prehispánicas, desde el surgimiento de los primeros estados hasta la conquista española, y fueron determinantes en la configuración de las redes del poder político y económico, donde las guerras tuvieron varios propósitos, como ampliar los límites espaciales del poder de los señoríos, asegurar la entrega periódica de tributos y proveerse de cautivos que eran sacrificados ante las imágenes de los dioses, ya que las guerras se interrelacionaban con la cosmovisión, la ideología, la mitología y las prácticas rituales, donde la guerra era importante para toda la sociedad, no solamente para los gobernantes, y el éxito en el campo de batalla era uno de los mecanismos disponibles a los hombres comunes para alcanzar el prestigio social, tanto en la esfera religiosa, con la promesa de que, al morir, se iría al paraíso solar Tonatiuhichán para servir al Dios Sol Tonatiuh, y así reencarnar, un destino post-mortem para los guerreros caídos y sacrificados, motivados con el propósito explícito de mantener el equilibrio cósmico, alimentando al Sol con los sacrificios humanos.


    En el Imperio Azteca, existían sociedades o cofradías de guerreros de elite, donde se destacan principalmente los Guerreros Águila (Cuauhpilli) y los Guerreros Jaguar (Ocelopipiltin), cuyos animales representaban a la luz y a la oscuridad, donde al águila se le consideraba como un ave sin miedo, valiente, osada y chillona, que podía mirar de frente al sol, cualidades que debían emular su guerreros, y al jaguar como cauteloso, sabio, orgulloso, un poderoso animal que desviaba las flechas del cazador antes de revolverse, tenderse, y luego saltar sobre su atacante; y finalmente, las elites de los Guerreros Otomih (Otontin) y de los Guerreros Rapados (Quachicqueh), tropas de choque donde se incluirían los oficiales de mayor rango como generales de tropa tlacatacatl, tlacochcalcatl y cuauhnochtecuhtli, siendo el rango de los militares un reflejo de su ropa y adornos, por lo que, dentro del ejército, estaba constituido por aquellos que acababan de ser reclutados y que normalmente servían de porteadores de algún joven procedente del Calmecac que ya había conseguido capturar a algún enemigo.


    » Cuando un joven guerrero capturaba su primer enemigo sin ayuda se convertía en hombre, y pasaba a ostentar el rango de Tlamanih y recibía un manto con diseños de flores (tiyahcauhtlatquitl).
    » Dos enemigos capturados, recibía un tlahuizli y un gorro cónico llamado capilli (herencia Huaxteca), todo marcado con diseños negros, descritos como zarpazos de águila, donde el color podría ser rojo, azul o amarillo (en relación a los colores en los que se divide el mundo) y el uniforme se denominaba cuextecatl. Estos guerreros podrían ser los que algunos autores clasifican con el rango de flecha Cuextecatl (Tequihua).
    » Tres enemigos capturados, recibía una capa (Checailacacozcatl), una insignia con forma de mariposa llamada Tlepapalotlahuiztli y el título de Tiachcauh (líder de jóvenes) y podía acceder al Telpochcalli para enseñar a jóvenes guerreros, además, se convertía en tequihua (veterano), el tlahuizli podría ser verde, blanco o azul. El rango Papalotl.
    » Cuatro enemigos capturados, recibía la vestimenta de ocelototec, es decir traje y casco de jaguar, y se convertiría en un Guerrero Jaguar. Este uniforme se representaba con las manchas de jaguar sobre amarillo, azul, rojo o blanco.
    » Cinco o seis enemigos capturados, se convertiría en un Guerrero Otomih, y recibían un emblema simbólico con forma de gota que se fijaba a la espalda (llamado matlaxopilli) y se decoraban el pelo con borlas y cintas rojas. El tlahuizli podría ser rojo, verde o azul.
    » Numerosos enemigos capturados y acciones heroicas, se convertiría en un Guerrero Rapado o Quachicqueh, y llevarían la cabeza rapada, salvo una cresta en el centro y una trenza en la oreja izquierda. Se pintaban la cabeza una mitad azul y la otra roja o amarilla, y llevaban un tlahuizli amarillo. Sus escudos estaban decorados con motivos de espirales (xicalcoliuhqui).
    » Para convertirse en oficial importaba la reputación de los prisioneros, es decir, en función de la ciudad de la que provenían tendrían mayor o menor valor. Por ejemplo, si se capturaban guerreros Huaxtecas recibían simplemente un título como el de Yaotequihua (líder de jóvenes y guerrero veterano). Sin embargo, si capturaban de Atlizco, Huexotzinco o Tliliuhquitepec, recibirían el rango de Cuauhyacatl (gran capitán), Tlacochcalcatl (general) o Tlacateccatl (comandante general), además de numerosos regalos por parte del emperador o Huey Tlatoani.


    El máximo exponente del ascenso dentro del ejército azteca era pertenecer a las órdenes militares existentes dentro de su ejército, el ser admitido en una de estas órdenes significaba sin duda, que se había llegado a la cúspide dentro del estamento militar, donde éstas órdenes estaban formadas principalmente, por nobles que habían conseguido grandes hazañas en el terreno militar y que hubieran demostrado su valentía y bravura en el combate, o bien, en menor medida por gente común que se hubieran distinguido por su participación en las guerras floridas, por lo que para poder ser admitido en estas órdenes, al menos debían de haber capturado cuatro enemigos, por lo que, las órdenes más prestigiosas eran la de los Guerreros Águila y de los Guerreros Jaguar, siendo las únicas que celebraban sus actos rituales en Malinalco.


    El ejército azteca se centraba principalmente ante todo al combate de cuerpo a cuerpo, no obstante, existía una infantería ligera equipada con arcos y eslingas (cuerda con ganchos), aunque estas armas estarían relegadas a los plebeyos o macehuales, donde las típicas armas aztecas estarían hechas de madera con fragmentos de obsidiana o cristales volcánicos incrustados y fijados con betún o resina incrustados en los laterales, ya que su objetivo sería dejar fuera de combate a un enemigo, y no matarlo, pues la idea era capturar prisioneros para sacrificarlos a Huitzilopochtli, Dios de la guerra y señor del Sol, patrono de México-Tenochtitlán.


    Notas:
    *Esta versión alude a los contextos Colin Spencer, Bernal Díaz (Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España), Diego Durán (Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme) y José De Acosta (Historia Natural y Moral de las Indias)
    *Los dioses patronos de la Triple Alianza eran Huitzilopochtli (Tenochtitlán), Tezcatlipoca (Tetzcoco) y Xiuhtecuhtli (Tlacopán)
    *Los Guerreros Águila y Guerreros Jaguar se les permitía participar en la política, y se les concedían tierras libres de impuestos, además de la concesión vitalicia de transmitirla a sus herederos.
    *En el Imperio Azteca, todos los hombres adultos debían someterse a un adiestramiento de guerra básico, cuyo progreso de cada aspirante se ponía a prueba constantemente en los diferentes templos, y aquellos que demostraban un talento excepcional eran preseleccionados para recibir un entrenamiento avanzado que les convertiría en guerreros de élite, a excepción de aquellos hombres que abandonaban la vida guerrera para una vida dedicada a la belleza, dejando las virtudes viriles guerreras por una vida doméstica para adorar a Xochipilli, señor de las flores.
    *En el Imperio Azteca, la sociedad estaba dividida en diferentes clases, cuya estructura social estaba encabezada por los gobernantes (tlatoani), la nobleza (pipiltin), los jefes administrativos y sacerdotes, guerreros, seguidos de los comerciantes (pochtecas), encargados de procurar el intercambio comercial, así como también por los artesanos y agricultores (macehuales), de los cuales estaban agrupados en calpullis, y por último, los siervos y prisioneros de guerra (tlacotin) que conformaban la fuerza laboral.
    *Algunos autores afirman que no existía uniformidad en el ejército azteca, sin embargo, algunas fuentes españolas hacen referencia a la existencia de unidades militares con uniformes del mismo color, pero que en general se pintaban la cara y el cuerpo para aumentar la apariencia de ferocidad del guerrero e intimidar al enemigo, al mismo tiempo que ganaban valor.
    *Durante el gobierno de Moctezuma II, los aspirantes a Guerreros Águila sólo debían proceder de la nobleza y ya no de plebeyos.
    *Las mujeres embarazadas eran consideradas como guerreras, por debatirse entre la vida y la muerte al parir.
    *Ilustración por Jorge Gonzáles Camarena


    Escrito por Christian Aboytes
    Tomado: de https://www.facebook.com/mitol…a/posts/997389603690281:0

    "Nunca abuses del poder humillando a tus semejantes, porque el poder termina y el recuerdo perdura"